QUERANDÍES

QUERANDÍES: LOS VELOCES DE LA PAMPA

En parte de lo que hoy es la provincia de Buenos Aires, el sur de Santa Fé y Córdoba, realizando largas travesías a pie, anduvieron los Querandíes. El nombre Querandíes se lo deben a un pueblo vecino, los guaraníes, que habitaban la zona del litoral.  Significa “como grasa” y no creas que se trataba de un insulto, sino todo lo contrario. Es que los guaraníes se asombraban por la gran cantidad de grasa de pescado que consumían los querandíes. La obtenían calentando al fuego sábalos, peces que abundaban en los ríos de la región, recolectando la grasa derretida.

Los Querandíes eran caminadores incansables. También corrían a gran velocidad. Habían desarrollado esta habilidad persiguiendo venados que en tiempos antiguos abundaban en La Pampa. Completaban su alimentación con la recolección de raíces, frutos silvestres y una harina que fabricaban con langostas quemadas. En ese tiempo, la forma habitual de comerciar entre diferentes pueblos era el trueque. De este modo, los Querandíes obtenían maíz y algodón de los pueblos agricultores; a cambio, ellos le daban cueros de animales de la región.

LA VIDA FAMILIAR ENTRE LOS QUERANDÍES.

No se sabe mucho de cómo era la vida familiar de los Querandíes. Se piensa que formaban tribus de parientes dirigidos por un cacique.

Los estudios arqueológicos indican que tenían costumbres parecidas a las de sus vecinos del sur, los Tehuelches. Por ejemplo, al ser nómadas sus viviendas eran temporarias: un toldo o para viento fabricados con cuero.

TÉCNICAS DE CAZA Y DE GUERRA.

Los querandíes tenían una técnica para cazar venados: los perseguían hasta cansarlos y, cuando los animales se agotaban, los ultimaban con sus flechas. También usaban las boleadoras.

Muchos años después, los conquistadores españoles escribían: “Los susodichos Querandíes tienen una bola de piedra y colocada en ella un largo cordel. Ellos tiran esta bola alrededor de las patas de un venado de modo que tiene que caer”.

Los querandíes usaban las boleadoras para cazar y para la guerra. Pronto incorporaron los caballos que trajeron los españoles y llegaron a ser grades jinetes.

Utilizaban como armas unos arcos de mano y dardos: éstos son hechos como medias lanzas y adelante en la punta tienen un filo hecho de pedernal.

Cuando los querandíes no encontraban agua disponible en sus largas travesías, chupaban los troncos de cardos como éstos, que, antiguamente, abundaban en las pampas.