miércoles, 16 de noviembre de 2016
CAZADORES - RECOLECTORES Y AGRICULTORES
¿Cómo
obtenían su alimento los primeros habitantes del territorio? Algunos consumían
lo que encontraban en la naturaleza: cazaban, pescaban y recolectaban frutos
silvestres o huevos de aves. También variaban el consumo de vegetales según la
época del año. Muchas veces, los cazadores recorrían grandes distancias
mientras seguían la ruta de los animales. Aunque cueste creerlo, sin
brújulas ni mapas conocían perfectamente hacia dónde dirigirse en las
diferentes estaciones del año para obtener los productos que formaban parte de
su dieta. En el caso de los pueblos de la Patagonia y La Pampa, por ejemplo,
realizaban viajes siguiendo caminos fijos para no correr el peligro de perderse
y morir de sed, ya que el agua no abundaba en la región.
A estos grupos cazadores – recolectores que cambiaban su lugar de residencia se los llama nómadas.
Otros grupos habían aprendido que muchas de las plantas que comían s podían volver a tener sólo plantar una semilla. Este descubrimiento los obligó a establecerse en un lugar. Debían cuidar sus sembrados, regarlos, protegerlos de los animales y esperar que las plantas dieran sus frutos. De este modo, pudieron construir viviendas más estables. Al permanecer en un sitio determinado, también aprendieron a domesticar animales salvajes. Así, obtenían carne, cueros, pieles o lana sin necesidad de salir a cazar.
Probablemente, al establecer en un lugar, pudieron descubrir que con arcilla se podían fabricar recipientes y, también, que podían variar la forma de cocinar, por ejemplo, hirviendo los alimentos.
A estos pueblos agricultores que se establecían en lugares fijos se los llama SEDENTARIOS.
A estos grupos cazadores – recolectores que cambiaban su lugar de residencia se los llama nómadas.
Otros grupos habían aprendido que muchas de las plantas que comían s podían volver a tener sólo plantar una semilla. Este descubrimiento los obligó a establecerse en un lugar. Debían cuidar sus sembrados, regarlos, protegerlos de los animales y esperar que las plantas dieran sus frutos. De este modo, pudieron construir viviendas más estables. Al permanecer en un sitio determinado, también aprendieron a domesticar animales salvajes. Así, obtenían carne, cueros, pieles o lana sin necesidad de salir a cazar.
Probablemente, al establecer en un lugar, pudieron descubrir que con arcilla se podían fabricar recipientes y, también, que podían variar la forma de cocinar, por ejemplo, hirviendo los alimentos.
A estos pueblos agricultores que se establecían en lugares fijos se los llama SEDENTARIOS.
HISTORIA
¿Cuántos grupos humanos te parece que habitaron el territorio de
la actual Argentina hace miles de años? Sin duda, fueron muchísimos y habitaron
en diferentes regiones: en selvas húmedas, calurosas y de vegetación tupida, en
zonas frías y montañosas, en extensas llanuras o en áridos desiertos.
Se llamaron a sí mismos Selknam,
Wichis, Aonikén, Guenakén, Huarpes, Pehuenches, Querandíes y con otros tantos nombres más.
Los grupos con diferentes técnicas y herramientas, se las
ingeniaron para obtener lo que necesitaban y aprovechar los recursos de la
naturaleza. Esos hombres y esas mujeres, a lo largo de muchísimos años, crearon
sus propias lenguas para comunicarse, fabricaron sus casas y sus elementos para
trabajar, formaron sus familias y educaron a sus hijos. Buscaron o
produjeron sus alimentos, adoraron a sus dioses, fueron a la guerra cuando lo creyeron
necesario; en una palabra, construyeron su propia cultura, es decir, una forma
particular de vivir y entender el mundo. Como nosotros, pero en otro tiempo.
TRAS LAS HUELLAS DEL PASADO
¿Cómo sabemos acerca de la vida de los primeros pueblos? Estos
grupos no habían inventado la escritura tal como hoy la conocemos. Sin embargo,
existen otros modos de conocer culturas tan antiguas. ¿Cómo? Con el estudio de
los restos que han quedado: tumbas, armas, recipientes, restos de comida,
tejidos, herramientas de trabajo y, a veces, hasta aldeas completas. También
mediante el análisis de los petroglifos, que son dibujos hechos sobre
rocas, y de las fotografías o dibujos que hicieron que ellos hicieron de ellos
los conquistadores europeos.
Pero, si bien todos estos restos son fuentes de información, lo
cierto es que no hablan por sí mismos. Es necesario interpretarlos. De esta
tarea se ocupan diferentes profesionales: arqueólogos, antropólogos e
historiadores.
PUEBLOS ORIGINARIOS DE NUESTRO PAÍS. PARTE CONTINENTAL AMERICANA
En este mapa, están representados algunos de los pueblos que habitaban el actual territorio de la República Argentina hace miles de años.
PUEBLOS CAZADORES Y PESCADORES
ZAPATOS ONAS: Los onas se cubrían el cuerpo con pieles y calzaban zapatos de cuero. Los cosían con agujas de hueso y tendones de animales.
ONAS: Los onas, que vivían en el sur del país, fabricaban sus casas con cueros de animales.
TÉCNICA DE CESTERÍA: Canasta de fibras vegetales hecha según la técnica fueguina. Servía para guardar los mejillones recolectados.
HERRAMIENTAS
MORTEROS: Después de la cosecha del maíz, las mujeres se ocupaban de moler el grano en morteros de piedra.
BOLEADORAS: Los hombres desgastaban la piedra hasta lograr darle forma redonda. Con lana de llama y cuero fabricaban una onda para tirar con ella así dar caza a vicuñas, ñandúes y guanacos.
PUNTA DE PIEDRA: Las flechas eran fabricadas con trozos de piedras golpeadas hasta darles la forma deseada. Luego se las unía a una rama mediante una ligadura o se las pegaba con resina.
MUJERES GUARANÍES: Las mujeres guaraníes cultivaban la tierra. Con un palo la agujereaban y colocaban las semillas.
TÉCNICA DEL CHORIZO: Los indígenas tobas del Chaco moldeaban sus vasijas con arcilla por el método de rollos o chorizos.
PUEBLOS CULTIVADORES Y CRIADORES DE GANADO
Algunos de los antiguos habitantes de nuestro país eran hábiles en el manejo de las armas que usaban para cazar. Las fabricaban con materiales del lugar donde vivían: piedras y cueros tejidos, o madera y huesos. Muy pocos sabían fundir metales y fabricar hachas. Otros pueblos cultivaban la tierra y criaban ganado para obtener alimentos, elaborar ropa o transportar mercaderías.
INDÍGENAS ARGENTINOS
Los indígenas
de Argentina son el conjunto de individuos y pueblos amerindios que ya
habitaban el territorio actual de Argentina al momento de su
descubrimiento por los europeos en el siglo XVI, así como también sus
descendientes actuales y pasados -mixogenizados o no con no indígenas- y
aquellos de iguales condiciones que migraron hacia el territorio argentino a
partir de ese momento. Estos pueblos o individuos son identificados
como indígenas, aborígenes u originarios, términos que han
desplazado mayormente al de indios. Las personas que en el censo de 2010
se consideraron a sí mismas como indígenas o descendientes de ellos fueron
955 032 constituyendo alrededor del 2,38 % de la población total
del país.
El
poblamiento humano del actual territorio de Argentina tiene una antigüedad de
al menos 12 890 ± 90 A.P. de acuerdo a los hallazgos
de Piedra Museo, en la región patagónica. Con posterioridad se
formaron tres ecorregiones indígenas con diferencias muy marcadas: en el
cuadrante del noroeste andino se establecieron culturas agroalfareras
emparentadas con la civilización andina y una parte de ellas llegó a
formar parte del Imperio incaico; en el cuadrante nordeste se
establecieron culturas agroalfareras relacionadas con la familia
tupí-guaraní; en la pampa y la Patagonia se establecieron
culturas nómadas (que no tenían una etnogénesis común ya
que pertenecían y pertenecen a familias lingüísticasdiversas).
Durante
la conquista europea las culturas indígenas que habitaban el actual territorio
argentino experimentaron destinos diversos. Por un lado las culturas pampeanas
y patagónicas así como las que habitaban el Gran Chaco resistieron la
conquista española y posterior aculturación y nunca estuvieron bajo su
dominación directa. Distinta fue la situación que se dio en el cuadrante
noroeste ya que la colonización española estableció sus principales centros de
población y producción sobre la base de trabajo encomendado de
los indios, en tanto que las naciones indígenas protagonizaron grandes
guerras e insurrecciones contra los españoles. El cuadrante noreste se caracterizó
por el establecimiento de las misiones jesuiticas de los
pueblos guaraníes que conformaron un tipo completamente original de
sociedades indígena-cristiana autónomas de la Monarquía Hispánica que
se enfrentaron incluso a las tropas conjuntas de España y Portugal en
la llamada guerra guaranitica, y que fueron finalmente disueltas por
la Corona Española en 1767.
Todas las
naciones indígenas sufrieron también el colapso demográfico que
afectó a todos los pueblos indígenas americanos, y que fue en gran medida
consecuencia de las enfermedades introducidas por los europeos. Se estima que a
la llegada de los españoles, había entre 0,4 y 2 millones de aborígenes en
Argentina, asentados y agrupados en los valles más fértiles del Noroeste
argentino y, en menor grado, en las orillas de los grandes ríos
del litoral argentino. El resto del extenso territorio tuvo una densidad
demográfica inferior a menos de 1 hab/km² (un habitante por kilómetro
cuadrado).Las fuentes más alcistas llegan a 1,5 millones y las más bajas a
0,3 millones de personas.
Una vez
que las Provincias Unidas en Sud América se constituyeron como estado
independiente en 1816 y después su continuadora, la República
Argentina, en 1826, se inició un proceso de conquista de los territorios
ocupados por los pueblos originarios que no habían sido dominados por el
Imperio español, especialmente en la pampa, la Patagonia y el Gran Chaco.
Estas guerras contra el indio, tuvieron su punto más alto en la
llamada Conquista del Desierto de 1880 en la que
fueron derrotadas las etnias mapuche y ranquel, y le permitieron
a la Argentina controlar efectivamente amplios territorios.
Los datos
definitivos de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) realizada
en 2004-2005 destacan la existencia de 30 pueblos indígenas en la
Argentina, integrados por 955 032 individuos (940 363 que se
autorreconocen pertenecientes a algún pueblo aborigen más el resto que no
pertenecen pero son descendientes en primera generación de un pueblo aborigen)
equivalente a aproximadamente el 2,38% de la población total. Ello sin
perjuicio que se ha estimado que casi el 60% de la población argentina tiene al
menos un antepasado indígena, aunque en la mayoría de los casos se ha perdido
la memoria familiar de esa pertenencia. Todas las culturas indígenas han sido
afectadas por un proceso deliberado de invisibilización, promovido desde
el Estado, desde la segunda mitad del siglo XIX.
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